LA VIDA COMO PUEDE

AGARRA y se pone
la vida como puede,



pero le queda chica hoy,
mañana grande.
Le van bien la muerte
y la resurrección
cada 15 minutos
si es posible
y el Vallium 10
-pobrecito--
­y las glicinas
y la ira
de lo único que importa,
el llanto de todos.

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para Héctor Viel Temperley

CUAL ES el signo de la tristeza
se preguntó
y vio a los pájaros paralelos,
muertos,
en la vereda del sol.
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AMAZING GRACE
a Pablo Madanes

Arbol del deseo
que hoy
enferma
mi cerebro
entra en cada recoveco
del desolado sueño
y me posee
brazos y piernas
paseo a pesar mío
por la ciudad ajena.

Exilio de tu jardín
de nuestro lugar
junto al Espíritu
crees que sin

creo que sin
ti
no podemos ser.
Dicen que es falso.
Traiciones o
fidelidades
de aquellos
a quienes amamos
perla sin triunfo
esmeraldas porque si
seremos siempre solos
el amor seguira hasta los hijos
de los hijos
pacto seminal
que debiera calmarnos
para siempre.

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SATURDAY NIGHT FEVER
Nadó contra el amor que le sucedía. Sin dejarlo hundir y
sin salvarlo. Se agarró a las sensaciones desconocidas que
le perforaban corazón y ojos. Pensó en toda la gente que
habría muerto ese día de bochorno cuando la vida era
eso, subsistir.
Intentó ponerse de pie, descalzo, junto a quien amaba.
Triunfó desesperado de nada, sabiendo que ni Dios ... Se
hincó y lo llamó a gritos bajo el chorro de agua helada
loco de necesitarlo.
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SEANDOTE
"Donde sólo es real la niebla."
Octavio Paz

entras en mi noche
y remonto el río
de los nombres, de los
países
de los espejos
(donde-sólo-es-real
el sexo)
Canto más fuerte
y más
y la Muerte,
con cascabeles
de esperrnatozoides
entra en mi sexo.

No temas,
es sólo el principio.
'I'ú estás lleno de Dios
y yo sólo a través tuyo.
Amor de los amores digo
no soy digna
de tus labios que sólo
rezan
¿soy digna de la vida?
Eso decías.

Tente tu tiempo y canta
(Ahora es el cuerpo
el que reza
corno antes
la palabra)
No, ahora rezo la vida

desde
todos mis muertos
amados
mi pequeño jardín inexistente
hecho de pensamientos arrasados

Es el alba
hace tanto que no
lloraba el ímposible amor,
amor que se resuelve en libertad.
(Y en el pacto seminal)

Ebcuentro de los índices
Miguel Angel
y
Dios
risa
solución
y
sueño
y
pacto del futuro
la Capilla Sixtina.
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SE ESTUVO un día entero pariendo flores
(del jardinero, por supuesto)
La pobre,

Los pececitos le salieron translúcidos,
pero pegados
(del marinero)
La informe.
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AH MIS PAJAROS se volvieron cuervos golpearon las
paredes de la esperanza, desmoronándola.

En la desolación del invierno amado has reducido el
amor a alguien que acariciase tus pies, les permitiese el
camino.

En el corazón de la noche de lluvia el maestro hablaba de
dar luz. La luz llevó a todos los presentes a soñar con el
jardín.

Mi verdadera madre nació y están hablando de la pacien­cia.
¿Madre te fabriqué desde la desesperación o acaso exististe?

Cecilia ciega con ojos color de lágrima y el dolor de todo
un pueblo consumiéndose en su pobre cuerpo manosea­do
por los médicos. Si hubiera sido hombre y mayor te
hubiese hecho el amor para que no murieses virgen, para
que alguien hubiese dado forma a tu cuerpo. Pero yo era
mujer y demasiado joven y sólo pude hacer una guitarra
con tus manos en el desierto de un hospital.

Nada debiera importarme ahora, pero tu muerte es dema­siado
insoportable. Mi madre, la que yo elegí, se fue para
siempre y mis hermanos judíos dicen que ¿no hay un jar­dín ?
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UN MUERTO maligno
me visita
sin cesar
ciertas tardes.
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SI HUBIESES entrado en mi sueño, gato,
hubieses visto
al amante que come heroína
donde todo es posible y
a mi atribulado corazón
descansando -por fin- en un coito,
fresco como la lluvia.
Hubieses visto el resplandor de mi pensamiento,
cuando sólo es la luna, cuando ni siquiera
el azul
de los ojos de mi padre
los entorpece.
Libres
por fin
de la furia inútil
de la posesión ...
Oh gato, en la mañana
pulverizado de sol
verías a mi hija,
más bella que tú
con ojos de diamante
y gestos diáfanos.
Verás a mi hija reclamándome
y oirás tambíen
una voz
que desde la verdad
me llama.
Entonces partiré, la niña
llorará en la puerta,
con mis poemas bajo el brazo.
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DESPERTO a los sueños morados y a las
flores brotando desde los pechos en la
inevitable mañana de las arrugas, urdiendo
la vida a gritos, tápiz de clavos, magnolia
apenas, cuando hayas sangrado el apetito
ingenuo, la palabra.
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EL PAJARO negro despertaba temprano
Picoteaba el carozo del sueño,
envenenándolo.

Luego no tenía acceso al alba
El día ya estaba gastado
cuando quería usurparlo.

Lo dejaban afuera,
solo,
el pájaro creciendo
al roer primero la cabeza,
las tripas
y el deseo luego.

Era temprano para morir,
tarde para la vida.
Recorría la tarde monacal
con pobres bendiciones
de pedazos de sol,
de bicicleta
y nostalgia renovada.

Pactaba con la luz entre los árboles,
se domesticaba,
cedia,
creía en los ritos compartidos.

La noche lo invitaba
La costumbre, el cansancio,
lo sentaban triste hasta dormirlo,
sin angeles
ni sexo.

El pájaro agarrándole las alas,
y él, solo, no derrotado.
no feliz,
el pico apenas.
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ELEGIA ERÓTICA

in requiem









a Lucas Palacios, in memoriam.

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ANTIFONA

-Subié al altar de dios
-Al Dios que es la alegria de mi juventud
-Ya estás en el altar de Dios
del Dios que te arrancó
en plena juventúd.
- Haceme justicia, oh Dios
y defiende mi causa de la gente malvada.

Ella es boliviana. Ella es dealer
Ella es negra o lesbiana.
Ella es prostituta.

Todas te aman

El es hijo de un asesino
El es un corrupto
Un griego, un gitano, un mercader

Vos amas a todos.
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Caleidoscopio
Dandy diferente y generoso
La noche de mentira y
de comercio
te posee.

Pero vos, dios, sos mi fortaleza.
Por eso puedo volver hasta mi amada y jurarle que
tiene piel de uvas y ojos de damasco, y que una
noche son todos los veranos.
¿ por qué me desechaste oh Dios, por qué no me
hiciste cínico? ¿ por qué no sé defenderme de mis
enemigos?

- Para que pudieras jurarle lo imposible. Y la hicieras
la reina de las reinas prometiéndole un hijo.
-devolvéme la luz-qué- está - en -mi nombre - y tu verdad.

- No has tenido nunca otra.
- Y ya esta en el altar de Dios.
el Dios que te arrebató
en plena juventud.
- Cantaré tus alabanzas.
Sólo desde el Rock-n-roll
- Señor, ¿Señor?
¿ Por qué está mi alma despedazada?
- Todavía vas a alabarlo.

El te arranco al amado
por eso tu corazón reside
en la juventud de su altar.

- Salvador de mis ojos
que ahora ven mas lejos.
- Señor mío
-Gloria.

- Por siempre.
-Me acercaré al altar de Dios.
Al Dios que arrasó nuestra juventud.
en su alegria.
- Nuestra ayuda sólo esta en su Nombre
-Que hizo el cielo, la tierra y a vos ángel amado para rozarla.

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PARA ANA


La cita
Por Paulina Vinderm
A la memoria de Ana Calabrese



Íbamos a tomar el vino del atardecer,
sentadas en el piso,
a desplegar el dolor y los amores literarios
como un mantel: algunos agujeros y colores seguros.
Dos mujeres expulsadas del idioma, de la fiesta,
de una terca latitud.

Íbamos a dejar que el río nos invada
(todos tus amigos me hablaron más del río
que de tu desesperación)
Trocitos de corcho, historias de algún tío
obsesionado por la libertad del espíritu, restos
de un ángel pintado sobre una percha de madera.
Tu suicidio anunciado los refugió en el bosque
(a ellos, los lobos, los amigos),
los vació de palabras.

Extraña flor de sombras chinas en la pared,
te convertiste en una voz y un silencio contra un río.

Un poema condenado a una caja inasible.
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DESCALZA POR LA MUERTE
Por Marcela Mugica
(A Ana Calabrese)

La melancolía arrebata tu imagen
y el estigma de los poemas que rezaste un día
se desvanece de las hojas
marcadas con violeta

Tus libros se esfumaron de los estantes
convirtiéndose en polvo,
que sacude algún viejo librero.

Dicen que las palabras se hicieron lágrimas
en los pañuelos de quienes te amaban,
y tu alma invadió a los jóvenes para hacerlos poetas.

Ahora pagas tus pecados.
La condena es saber que nunca mas
podrás despertar en Londres.

Y solo cuando ya no queden palabras
dejaras de caminar,
descalza por la muerte.
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CON ALAS EN SU ESPALDA
por Marcela Mugica
La vida le paso ante sus ojos
y la encontró miserable.

Los pálidos destellos de su alma
quedaron en la caída.

Mil manos para agarrarla
ninguna capaz de socorrerla.

Las letras que tanto amaba
se vistieron de luto,
por la pena de sentirse incomprendidas.

Ni tantas postales y olores,
pudieron enseñarle
que no es poético partir en primavera,
que lo que creo un día
la llorara por siempre,
que las alas en su espalda,
son para andar por la vida
y no para volar por la vida que no puede.
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